El final del día (también del mes, año o cuando finaliza cualquier actividad) nos trae sí o sí, lo queramos o no, nos demos cuenta o no, una percepción de cómo nos fue, con que gusto nos quedamos de lo que termina (igual que después de las comidas).
Lamentablemente nos han formado para “tener más ojo” con lo negativo (no importa si sos mujer o varón, si sos del norte o del sur y no se salva ni el pobre ni el rico) al final del día vamos a poner más énfasis (te des cuenta o no, sucede) en lo que no salió como queríamos, las cosas incómodas que pasamos, los malos tratos que nos ocasionaron o las supermacanas que nos mandamos.
Esta gimnasia tiene por objetivo ampliar el panorama de lo que sucede durante el día.
Entonces al final del día, antes de dormir (tenga un anotador al lado de la cama) escriba 5 sucesos positivos, agradables (no tienen que ser gloriosos eventos, sólo agradables), luego repáselos con la mente (no tanto los personajes, sino más bien las sensaciones).
Pueden ser situaciones agradables que nos hicieron vivir otras personas o nosotros le generamos a otros, sonidos, visiones, cosas ricas, recuerdos…rescate todas las sensaciones agradables.
Arme el cuadro entero no se cierre solamente en lo desagradable porque tendrá una mirada injusta y desequilibrada de su vida.